Introducción

A lo largo de la historia, el arte ha sido de suma importancia para el hombre, ya que lo ayuda a expresar sus sentimientos y pensamientos con plena libertad acerca de si mismo y de la realidad que lo rodea.

Con el paso del tiempo, el hombre cambia y, con él, también las manifestaciones artísticas. Escultores, pintores, escritores, han dejado sus huellas en la historia del arte, aportando sus propias tendencias. A pesar de existir una larga lista de artistas que han abierto nuevas puertas al arte, nos limitaremos a hablar de los pintores, protagonistas de nuestra obra, y en particular de quienes habitaron nuestro país desde principios del siglo XX. El sentido de arte en este siglo va sufriendo complejas transformaciones.

La influencia de pintores europeos como italianos y franceses es de decisiva importancia para el progreso de nuestro arte. Jóvenes pintores argentinos traen de aquellos lejanos países de Europa, ideas nuevas y revolucionarias para lo conocido hasta ese momento.

Pero no se quedan solo con lo que han aprendido, sino que agregan un estilo propio. La tercera década del siglo XX, representa una etapa fundamental para el desarrollo de nuestra pintura, en el cual se produjeron grandes acontecimientos relacionados con nuevas orientaciones estéticas. Es por este motivo, que el lapso comprendido entre 1920y 1930 es considerado como el de la formación de la pintura moderna argentina. Este hecho puede tener su explicación en el clima de tranquilidad que experimenta nuestro país en esa época.

Durante el gobierno de Alvear se crea el marco adecuado para tipo de manifestaciones que luchan, con cierta dificultad, para incorporarse a las corrientes de avanzada.

No debemos olvidar el valor del arte argentino y por ello estas páginas se interesan en revivir la labor de nuestros pintores. Aquellos que nos han dejados u legado para que otros artistas sigan pincelando la historia de nuestro arte.